2-2: Tablas en el cierre como visitante

Crónica de larinconada.es

El Rinconada se trae un punto de Pedrera en un partido que empezó muy bien pero que se le hizo demasiado largo

El Rinconada cerró su campaña lejos del Leonardo Ramos con un punto en un feudo difícil, como el Municipal de Pedrera, donde los hombres de Andrés Millán lograron un meritorio empate que pudo ser mejor, pero también peor.

Con un buen once inicial, con Sedeño en el once haciendo las veces de Niza, e Israel consolidado como titular lo más destacado en el cuadro blanquiazul era la vuelta a la convocatoria, con el brazo vendado, de Marrufo. Por lo demás, dos juveniles completaban un banquillo en el que también volvía Abel. Desde el inicio, la presión del Rinconada fue asfixiante, maniatando la línea de creación de los de Fran Reina, que se afanaban por salir jugando desde atrás y cedían francos contraataques cuando los rinconeros recuperaban la bola.

En una de éstas, Sedeño mandó un balón largo a Braulio, éste se coló entre Cañero y Rubí y fusiló a García para poner en ventaja a los suyos. Era el minuto cinco el Rinconada estaba cómodo en el campo, mientras los locales no encontraban la manera de acercarse a la meta de Caro.

No obstante, los verdinegros, espoleados por su público, se echaron arriba, aunque con poca claridad de ideas. Nene, el más destacado en los de Fran Reina, sacó un córner cerrado que obligó a lucirse a Caro y, poco después, en otro saque de esquina, recibió tras sacar en corto y lanzó un misil bien desviado por el arquero rinconero.

Cuando más atacaba el Pedrera, una jugada de tiralíneas, con un pase largo a la espalda de los centrales de Sedeño, sirvió para que Braulio, tras un control espectacular entre dos defensas que ya soñaban con él, definiera de maravilla desde fuera del área ante la salida del portero.

Con 0-2, los de Millán gozaron de sus mejores minutos. No dejaban maniobrar a un Pedrera sin ideas, que se consumía ante la presión visitante, y gozaron de dos claras ocasiones que acabaron en fueras de juego dudosos. El primero de Braulio, muy dudoso, que acabó en un remate de Marchena que salvó García, y el segundo un remate de Borja mal despejado por el arquero, que remachó a la red Marchena, pero cuyo gol fue anulado ante las protestas de los jugadores del Rinconada.

En la segunda parte, el Pedrera despertó coincidiendo con la factura que empezaba a pasar a los hombres de Millán el tremendo derroche físico. Además, faltaba profundidad de banquillo a los blanquiazules, mientras que Fran Reina guardaba dinamita en el del Pedrera. Así Barranco empezó a asociarse con Vallejo, Nene y Zurdo y el balón empezó a rondar la meta de Caro. Aunque el Rinconada no sufría en exceso, las llegadas eran cada más continuas hasta que en el 67, una bonita triangulación acabó en un pase de la muerte de Zurdo que Nene empujó a la red. Se sucedieron desde entonces los mejores minutos del Pedrera, que gozó de varias oportunidades en remates lejanos de Moro, Vallejo y Barranco, pero que empataría el partido en otra jugada combinativa en la que el balón acabó en los pies de Nene, en posición dudosa que batió a Caro en el mano a mano. Los rinconeros protestaron mucho un posible fuera de juego.

Con el empate y quince minutos por jugar, los pedreteños se echaron arriba en busca de la victoria. Probaron suerte con dos tiros lejanos de Moro que no encontraron portería, pero el Rinconada tuvo un cabezazo de Braulio a bocajarro que atrapó Luis, que había sustituido a García en la segunda parte. Con todo ello, los de Reina tomaron más precauciones, mientras el Rinconada trataba de guardar la ropa sabedor que físicamente estaba peor que su rival. Al final, reparto de puntos que dejó a todos contentos y que permite al Rinconada no ser rebasados en la tabla por su rival.