Otra vez corta la racha el Dos Hermanas

Crónica de larinconada.es

DOS HERMANAS C.F. 2-1  U.D. RINCONADA

El Rinconada, que había encontrado la velocidad de crucero, dejó de sumar de tres en su visita al Miguel Román, donde perdió en un partido feo con poco fútbol

El Rinconada se volvió de vacío en su visita a Dos Hermanas, en un partido que no pasará a los anales de este deporte por su preciosismo y su estilismo técnico, más bien al contrario, fue un encuentro poco vistoso, con pocas ocasiones y con continuos parones que el trencilla, González García, no fue capaz de remediar.

En los primeros compases el dominio fue de los hombres de Andrés Millán ante un rival en zona de descenso y del que empiezan a salir jugadores como de un barco que se hunde. De hecho, hubo dos claras ocasiones obra de Andrade y Emi que no acabaron en gol de milagro.

Daba la sensación de que los blanquiazules eran superiores, pero no estaban del todo entonados. De hecho, en el 37, Seda iba a poner en ventaja a los nazarenos ante un incrédulo Millán, que empezaba a ver los fantasmas del año anterior, en el que, con el partido ganado, se escaparon los puntos al final.

El Rinconada apretaba en la línea de creación local, que arañaban segundos al crono como podían y buscaban mandar el balón a la luna a la mínima oportunidad Las protestas se sucedían y ante la permisividad arbitral, el tiempo se esfumaba con los rinconeros por detrás en el marcador. Con la mínima ventaja del Dos Hermanas se llegó al descanso.

En la segunda mitad, a pesar del ímpetu rinconero, las ocasiones brillaban por su ausencia. Los visitantes empezaban a impacientarse y llegaban tarjetas para Israel y Ávalos. Millán tenía que cambiar algo e introdujo a Marchena, pero no solo no llegó el empate, sino que en una contra los nazarenos subieron el segundo al marcador por medio de Miguel.

Parecía que se escapaba el duelo para los rinconeros, pero seis minutos después, en el 27, Velázquez peinó un balón que se acabó colando en la meta de Manolín ante la pasividad defensiva y el exceso de confianza del arquero. Bien Gallardo en el saque de banda.

Con veinte minutos por delante, el Rinconada, que se enchufaba al partido, parecía tener tiempo para darle la vuelta al marcador, pero las protestas, supuestas lesiones y demás pérdidas de tiempo locales, con la connivencia arbitral coartaron cualquier atisbo de reacción rinconera. Aunque lo intentaron hasta el final, el marcador no se movería y los del Leonardo Ramos cosecharían su segunda derrota en el campo, tras la acontecida en Pedrera.

La próxima semana, en su feudo, ante el Nervión, los hombres de Andrés Millán, entre los que no estaban, por distintos motivos, Braulio, Sergio, Enma o Palacios, entre otros, deberá reencontrarse con la victoria para seguir mirando a la zona noble de la clasificación.