U.D. PILAS 0 - 1 U.D. RINCONADA
El Rinconada vence por la mínima al Pilas y consigue matemáticamente el ascenso de categoría a lo grande tras vencer en el feudo de otro de los aspirantes a subirCrónica y galería de fotos de larinconada.es
El Rinconada
logró el ascenso matemático a Preferente tras vencer a lo grande al
Pilas, otro de los aspirantes, en su feudo a falta de una jornada por
disputarse en el Nuevo Ramos Yerga, en el que el Gines será el invitado
de una fiesta por todo lo alto en el club y, por ende, en toda la
localidad.
El Pilas, que apuraba sus opciones de
estar entre los dos elegidos, buscó la posesión de la pelota, mientras
que los de Andrés Millán, con sus líneas muy juntas, no daban tregua ni
arriesgaban lo más mínimo, sabedores, por un lado, que el empate era un
magnífico resultado y, por otro, que su oportunidad se iba a presentar a
lo largo del encuentro. Y se presentó pronto, al primer cuarto de hora,
cuando Sedeño, de saque de esquina, logró un gol Olímpico para delirio
del autobús de seguidores que, perfectamente ataviados con camisetas y
bufandas jaleaban a los suyos desde las gradas de Los Ventolines,
actualmente, Manuel Leonardo Ventura. La celebración se truncó cuando el
colegiado, Cintado Fernández, lo anuló por una supuesta falta sobre el
meta Villarán, que nadie más que él vio. En la jugada a la contra,
Estévez, el principal activo de los de Sixto Bernal, aunque a años luz
de su mejor nivel, pudo abrir el marcador, pero Antonio, muy atento
durante todo el choque, lo evitó.
Los minutos siguieron pasando y los
riesgos fueron los justos y necesarios. El Rinconada porque no tenía la
necesidad y al Pilas porque le faltaban las fuerzas. En el 46 de la
primera parte, Sedeño se durmió a la hora de sacar un balón y dejó en
bandeja una buena ocasión al otro Estévez, Antonio, que, no obstante, se
durmió delante de Sergio, u éste le arrebató la pelota.
En la segunda mitad las tornas siguieron
igual. El Rinconada seguro atrás trataba de buscar la contra y el Pilas
se iba desesperando progresivamente a sabiendas de que el empate le
dejaba el ascenso virtualmente imposible. A medida que pasaban los
minutos el calor y el cansancio empezó a aparecer en los locales, ante
un Rinconada mejor preparado en ese sentido. Andrés Millán daba
continuas instrucciones a sus hombres, mientras los Estévez pileños
andaban desaparecidos del juego. En éstas, Joserra recuperó un balón en
campo propio, avanzó unos metros con la pelota cosida al pie, vio el
desmarque de Selu, que volvía a la titularidad y le puso un balón medido
que dejó solo al ariete delante del cancerbero, ante el error del
defensa, Cardellat, que se olvidó de la marca y se fue en busca del
auxiliar reclamando un inexistente fuera de juego. El matador rinconero
no perdonó y, ahora sí, desató el delirio en las gradas.
Con el marcador a favor, el Rinconada
cerró el partido, proponiéndose que no se jugara más y lográndolo a la
perfección. El manejo de los tiempos encendió a los aficionados locales.
Una lata de refresco impactó en el rostro de Abel Tejada provocándole
un pequeño corte sin importancia. También se lanzaron objetos hacia la
zona en la que se encontraba el juez de línea, muy pitado por la grada, a
pesar de que había sido el otro linier el que no había entendido fuera
de juego de Selu en el gol visitante. Ante el panorama, Cintado
Fernández optó por suspender la contienda y el partido se paró hasta que
llegaron innumerables fuerzas de orden público entre polícía local y
guardia civil. Cuando el partido se reinició, los pileños, con un
jugador menos por una expulsión en una jugada anterior a la suspendión.
Quemaron todas sus naves, que fueron un par de internadas por la derecha
de Antonio Estévez, que no encontraron rematador, y un remate lejano
que atrapó Antonio en dos tiempos.
Con el pitido final comenzó la fiesta,
los abrazos, los cánticos y el agua por todos lados. La afición entró en
el campo encabezada por la junta directiva y las felicitaciones por la
consecución del objetivo final tras un año de sufrimiento y trabajo se
sucedieron entre técnicos, jugadores y aficionados. Andrés Millán se
emocionó y se quedó llorando en el interior de su banquillo, hasta que
Abel Tejada lo agarró y lo llevó al centro del campo para que la
plantilla, al completo, lo manteara, entre los jaleos de los
aficionados, que desafinaban en la entonación del himno del club pero
poco importaba, porque su alegría para entonces estaba ya desatada.
También voló el presidente y hasta el compañero de Radio Rinconada,
Guillermo Díaz, fue manteado por los jugadores rinconeros que,
posteriormente, trasladaron la fiesta al interior del vestuario y luego,
tras el viaje de vuelta, a La Rinconada, donde la localidad recibió a
sus Campeones –serán campeones de grupo con un empate ante el Gines o
perdiendo si el Tomares no gana-. La próxima semana, en el Nuevo Ramos
Yerga, se jugará el último partido de Liga, en plena fiesta, con
actuación música de Rumbas sin Frontera en el prólogo interpretando el
himno del club. “Tengo mi corazón rinconero, Tenglo mi alma blanca y
azul, Rinconada yo te quiero, rinconero hasta la muerte animándote el
primero…”.
OLE,OLE,OLE,OLE Y OLE EQUIPO CAMPEON
ResponderEliminarOLE RINCONADA UN EQUIPO SEÑORIO DONDE LOS ALLA AHORA A DISFRUTAR EL DOMINGO CON LA AFISION EN CASA
LA PEÑA EL BOTELLIN FELICITA AL CAMPEON Y TODOS LOS SEGUIDORES
Enhorabuena al Rinconada y a su maravillosa afición, todo un ejemplo. Ahora bien, el gol fue en claro fuera de juego y la lata de refresco no impactó en la cara de nadie: cayó directamente en el suelo.
ResponderEliminarAndrés Millán dio toda una lección de lo que hay que hacer para que NO se juegue al fútbol.
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