Por Antonio Borrego.
Maldonado debutó con la escuadra de Carlos Cortés
y se erigió en el líder del equipo
y se erigió en el líder del equipo

Los hombres de Carlos Cortés, que venían enrachados, comenzaron tocando la pelota, buscaban la meta local y llevaban la iniciativa en el choque. Los de Pitero y Carlos Berrinches se atrincheraban atrás y protestaban todas las decisiones arbitrales, sobre todo, cuando se trataba de faltas en contra, que hubo unas cuantas. La grada se calentaba y la presión se trasladaba al rectángulo de juego donde los rinconeros no se amilanaban, pero al trencilla y, sobre todo, a sus jueces de línea, le empezaban a pesar las piernas.
Manolo Gallardo pudo adelantar al Rinconada y el Guillena también gozó de algunas ocasiones en el primer acto, pero el colegiado señaló el final de la primera parte sin que hubiera goles.
Nada más comenzar la segunda mitad, Raúl García aprovechó una falta para adelantar a los locales y poner cuesta arriba el partido a los de Carlos Cortés. Poco después, Álex hizo el segundo y con él, las esperanzas se desvanecieron. El técnico dio entrada en el campo al último fichaje, Maldonado, que llega al club con la obligación de ser la prolongación del técnico en el césped y tirar del carro rinconero. Y lo intentó desde que salió. Pidió el cuero, luchó, se cayó a ambas bandas, dirigió a sus compañeros que ya lo miraban como si fuer el jefe, lanzó las faltas y surtió de balones a los jugadores más adelantados. Eso sí, ninguna de sus acciones se vio refrendada por un gol.

El próximo fin de semana ante el Ibarburu, Carlos Cortés recuperará a Sedeño, Iván y Kolela, pero perderá a Márquez que vio dos amarillas ante los de la Vega y causará baja.
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