Un Rinconada muy mermado da la cara en Torreblanca, pero se vuelve de vacío del Municipal de Los Caños
El Rinconada no
pudo lograr botín alguno en el campo Municipal de Los Caños, ante un
Torreblanca que no fue mejor que los hombres de Andrés Millán, pero que
supo aprovechar una de sus ocasiones y sumó tres puntos que le meten de
lleno en la lucha por el ascenso, de la que sale de forma casi
definitiva el cuadro blanquiazul.
En los primeros compases los de José
Santizo se iban a adelantar en el marcador, gracias a David, que
aprovechó una indecisión en la marca del Rinconada. Era el minuto 12 y,
aunque quedaba un mundo por delante, los rinconeros resoplaban por las
diferentes vicisitudes que afrontaban: las bajas de Andrades, Braulio y
la merma de Sergio Navarro, que dejaba al equipo con Ávalos como
referencia ofensiva. Si a ello sumamos la ausencia de Emi, que se ha
marchado a Inglaterra por motivos laborales, la ausencia de Marrufo y la
baja de Palacios hace algunas semanas, el plantel está cogido con
alfileres y, aunque se deja la piel en el campo –nada que reprochar en
la actitud a los hombres de Millán-, no encuentra argumentos para
disputarle la cúspide de la categoría a los principales aspirantes.
En el 19 pudo poner las tablas en una
doble ocasión que, primero Velázquez, al palo, y luego Sergio, al
muñeco, marraron las más claras que se habían presentado a los
visitantes.
En la segunda parte, la emoción siguió
en todo lo alto, con ocasiones para ambos contendientes, que dieron
lustre a un partido pleno de emoción y que, aunque no supuso un derroche
de ocasiones, si fue muy atractivo y emocionante para los espectadores.
Los de Santizo pudieron sentenciar a la contra, sobre todo en una
ocasión clarísima, con tres para uno, que solventó Israel, tras una
galopada enorme hacia atrás.
La más clara para los de Millán la iba a
tener Sergio, que remató fuera cuando se cantaba el gol, desperdiciando
la última ocasión rinconera.
Con esta derrota, el ascenso se antoja
una quimera para el Rinconada que, aunque no tira la toalla, si es
consciente de que necesita un milagro y varios refuerzos de garantías
para conseguir semejante proeza. Ante el Torreblanca, aunque nadie se
hubiese extrañado si el partido hubiera acabado en empate, lo cierto es
que la derrota dilapida las ya escasas opciones de que disponían los
blanquiazules.